Imagina por un instante que una delicada mariposa se asienta en tus manos, es tan frágil y hermosa, nunca antes habías vivido esta experiencia con la naturaleza, cuando nuestra atención se enfoca en el hoy nuestra percepción de lo que nos rodea es enriquecedora, sin embargo, llega un pensamiento acerca del tiempo en que permanecerá la mariposa en tus manos y eso hace que tu nivel de ansiedad se active y creas que algo tienes que hacer al respecto, entonces dejas de vivir en el presente preocupándote por una milésima de segundo en el futuro y tu próximo paso de manera automatizada podría ser cerrar las manos y asfixiarla o dar por hecho su permanencia y terminar no haciendo nada al respecto, observando cómo esta emprende su vuelo muy lejos de ti en el instante en que ella determina hacerlo.
Las relaciones son oportunidades para reconocer lo más bello de nosotros mismos y la ocasión ideal para ver al otro desde su experiencia, esta conexión es un medio de exploración para que ambos expresemos nuestra maestría de ser, dar y amar sin expectativa mayor a la de vivir el presente.
El pasado ya no existe, el futuro es incierto, lo mejor que puedo hacer por mí mismo es disfrutar lo que soy y lo que tengo aquí y ahora.